7/11/09

Un decodificador barato

Y si además fuera bueno y bonito ... no sería un decodificador, sería la releche ...

Hace algunas fechas, repasando la oferta de dispositivos digitales de los distintos fabricantes, tropecé con un decodificador que me llamó la atención por su precio: entre la mitad y la tercera parte de los que vengo utilizando para equipar mis locomotoras.

Aunque el tamaño resultaba algo grande para la mayoría de locomotoras de escala Z, pensé que quizá podría caber en el ténder de alguna vaporosa, y si no, aprovechar que ofrece cuatro funciones además del control de motor para manejar las luces de cabeza y las interiores de algún coche piloto.

Puesto que la tienda británica en que lo había encontrado es muy moderada en cuanto a gastos de envío, decidí que merecía la pena probarlo, y así, en pocos días, recibí el decodificador Hornby R8249 que aquí podéis ver.


Todo un detalle por parte del fabricante al suministrar la hoja de instrucciones en varios idiomas, español incluído, que contrasta con algún proveedor de un país centroeuropeo que no proporciona documentación alguna y nos remite a su página web, donde está en correctísima lengua germánica.

No puedo decir que el R8249 me haya decepcionado, ya que su precio y las características que ya había visto antes de pedirlo no propiciaban el optimismo en cuanto a prestaciones.

Aquí se aprecia su tamaño mucho mayor que el CT-DCX75 que vengo usando en la mayoría de mis transformaciones:


Aunque en la imagen no se aprecia el grosor son 3,5 mm frente a los 1,4 del CT. Se puede ver que los cables son considerablemente más gruesos y he comprobado que también bastante rígidos por lo que su aplicación en locomotoras con ténder queda descartada en escala Z.

Pese a su tamaño, hay en mi colección una locomotora eléctrica con espacio suficiente para albergar no uno, sino dos decodificadores como éste:


Se trata de la P.R.R. GG1 (Märklin 88490), una locomotora enorme (en escala Z es 24 mm. más larga que la cocodrilo suiza) para la que Märklin utilizó un chasis más bien pequeño de modo que ambos extremos están huecos.

En la placa de circuito impreso realicé las interrupciones de pistas del mismo modo que ya he mostrado aquí en otras ocasiones, sustituí la resistencia del alumbrado por otras de valor más alto, e hice una instalación provisional para probar el funcionamiento.


Este decodificador solamente admite la programación de unos pocos parámetros: dirección, aceleración, frenado, umbral de compensación de carga, y las configuraciones típicas de la CV29 (sentido de marcha, operación en analógico, número de pasos de velocidad y utilizacion de direcciones de 4 cifras)

Ni velocidad mínima, ni máxima, ni media, ni mapeo de funciones ni ninguna de las sofisticaciones que ofrecen otros receptores ... y que también hay que pagar aunque no lleguen a utilizarse.

Y sin embargo, al poner la locomotora en marcha me encuentro con una arrancada suave y progresiva, una marcha lentísima muy estable (una traviesa cada tres segundos)...


... y un funcionamiento silencioso ... el único inconveniente que le encuentro es no poder programar la velocidad máxima y por ello quedar limitado a usar menos de la mitad del giro del regulador, so pena de alcanzar velocidades más propias de un F1.

Así que he reconducido los cables cortándolos a medida, he suprimido los de las funciones que en esta máquina no se van a usar y la GG1 se incorpora, creo que definitivamente, al mundo digital.


No sé si compraré otro decodificador de este modelo ... sigo pensando que me serviría para un coche piloto, e incluso para digitalizar el puente giratorio cuando le llegue su momento ... y es que no tengo otra locomotora con sitio suficiente.


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