12/2/11

Montañas y túneles (I)

Ya (casi) era una obligación; la vía completamente instalada, la alimentación resuelta, los automatismos funcionando, el panel de control terminado y probado exhaustivamente, el parque motor reconvertido a digital en su práctica totalidad ... ahora hay que "vestir" la maqueta.

Quien haya visto los planos del comienzo del blog (hace ya dos años, ¡cómo pasa el tiempo!) podrá deducir que una considerable parte del trazado será "subterránea" lo que implicará la construcción de túneles.

Por otra parte, la ganancia de altura que produce una rampa constante de 20 milésimas condiciona una orografía montañosa y bastante escarpada.

Se han descrito diferentes técnicas para conformar relieves y paisajes en maquetas ferroviarias, todas tienen en común que el procedimiento consiste en "envolver" con distintos materiales un trazado ya montado.

Pero en el mundo real, primero existe la montaña, luego la necesidad de perforarla para tender un ferrocarril.

Por eso me planteé la posibilidad de construir los volúmenes montañosos con un material compacto, como la espuma de poliuretano, y una vez consolidado perforar los túneles y para ello nada podría ser mejor que una tuneladora:

Bromas aparte, el objetivo es crear un volumen que simule terreno montañoso, de poco peso, y tan hueco como sea posible a fin de mantener la accesibilidad a todos los rincones ocultos del trazado, tanto para rescatar algún vagón descarrilado, como para trabajos de reparación y mantenimiento de la vía.

Y éstos son los materiales: malla metálica (preferentemente de aluminio, también podría ser de plástico, pero la de hierro no es aconsejable porque aunque sea galvanizada termina oxidándose) pegamento termofusible, papel de limpieza, cola blanca, agua y pincel.

Utilizo el termofusible para fijar las piezas de malla en todo su contorno, con la suficiente holgura para poderla modelar y conformar una orografía irregular.

A continuacion la voy recubriendo con trozos de papel mojados con cola blanca bastante diluida con agua (50/50) repasándolo con un pincel grande para que no se hagan burbujas y dejo secar.- Dos capas de papel son suficientes para que la "costra" adquiera una cierta rigidez pero si se necesita reforzar alguna zona no hay más que añadir capas sucesivas hasta lograr la consistencia deseada.

No se necesita gran habilidad y los materiales son baratos y fáciles de encontrar; solo hace falta dedicar algo de tiempo de vez en cuando para poco a poco completar la obra.


En las imágenes siguientes se puede comprobar cómo se mantiene la accesibilidad a las zonas ocultas:

Queda aún trabajo por hacer, luego vendrá el enfoscado, la pintura, la vegetación, las edificaciones ... en fin, como dicen en Italia: piano, piano si va lontano.

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2 comentarios:

Ignacio de la Fuente dijo...

¡Esto ya es la recta final!

(Iba a decir que ya se ve la luz al final del túnel pero me ha parecido un chistecito fácil)

Enhorabuena. Espero llegar a ese punto algún año de éstos.

maqueta ferroviaria dijo...

Es estupenda, yo estoy en el momento inicial, puedes ver mi página en www.maquetaferroviaria.es