Días atrás estuve probando el funcionamiento de unos reeds de pequeño tamaño que pretendo utilizar como detectores de paso.
El funcionamiento de un reed es muy simple: consta de dos láminas de acero ligeramente separadas; cuando están bajo la acción de un campo magnético de suficiente potencia se atraen hasta tocarse, y al desaparecer el campo vuelven a su posición original.
Este efecto se aprovecha para cerrar un circuito eléctrico.
En el caso que nos ocupa únicamente hay que poner un imán debajo del vehículo cuyo paso se pretende monitorizar.
En el mercado es posible obtener imanes de todas las formas y tamaños imaginables, incluso algunos proveedores los fabrican a medida bajo pedido sin necesidad de que sean series muy grandes, del orden de 200 o 300 unidades es suficiente. El precio suele ir en función del tamaño, pero para las necesidades de la escala Z son unos pocos céntimos de euro cada unidad.
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De izquierda a derecha podemos ver: 1.- Circular de 3 x 1 mm. 2.- Circular de 2,5 x 0,5 mm. 3.- Paralelepípedo de 5 x 3 x 1 mm. 4.- Paralelepípedo de 5 x 3 x 0,5 mm. Con estas medidas es suficiente para equipar cualquier locomotora de escala Z e incluso el tercero sería prescindible, ya que el grueso de 1 mm o más se puede obtener apilando cuantos imanes de 0,5 se necesiten.
Algunos ejemplos de utilización:
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Realmente no sería necesario poner más de uno, con tal de que quede lo más bajo posible.- Las pruebas que hice con los reeds me han convencido de que este sistema tan simple es altamente fiable.
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